sábado, 2 de mayo de 2015

Nunca nadie está preparado...

... para afrontar la muerte de un ser querido. Pero lo peor no es verlo ya muerto, es verlo ir muriéndose. Poco a poco. Ver como esa persona de mirada altiva va desmoronándose. Que en realidad ya no sea esa persona la que ves, sino otra totalmente distinta. Llega un momento en que ya no está más, en que su esencia se desvaneció. Duele mucho escuchar los alaridos provenientes de su tráquea, que demuestran lo mucho que necesita partir. Irse de una vez por todas y poder descansar en paz. Sin dolor. Sin sufrimiento.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario