viernes, 22 de abril de 2016

Sonrisa

Me has robado el corazón,
maldito desdichado.
Corazón del que ahumado
se esfumó en la neblina.

Abrumado consigo mismo,
echó en mí la culpa.
Estando oculta la propia verdad,
creí vivir en nuestra, también,
propia mentira.

Como el dulce canto de los pájaros
se oyó
la melodía engañosa
de tus palabras.

Ahora ya no puedo esconderme.
Fui una ilusa.
Y sólo un niño inocente
podría ver un rostro en mi sonrisa,
y no sólo una sonrisa en mi rostro.

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