Es increíble la forma en que se puede cambiar de perspectiva. Todo depende del lado desde y hacia el que estés mirando. Un día podés sentirte el más grande de todos. El indominable, al ver pasar un par de hormigas por el pasto. Sin embargo, podés subir la mirada hacia el cielo y darte cuenta de lo insignificante de tu persona en el universo. Y sin ir tan lejos como para hablar de galaxias, el ver una falla en la tierra por la que pasa un monstruoso y caudaloso río, te deja sin palabras. Pensar que antes estaba unido, y ahora son las cataratas más bellas del mundo. Se derrumbó todo para transformarse en algo mucho más hermoso. Así te das cuenta. No hay un final que no traiga consigo un nuevo comienzo.
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